El Gobierno de Bolivia ha destinado a las calles de las ciudades más pobladas del país (La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y Sucre) a 2 mil 300 militares, que pasarán a formar parte de la operación policial Bolivia Segura, que busca frenar la ola de asesinatos, robos y otros crímenes que actualmente se dan dentro de varias localidades del país altoandino.
Este apoyo militar, según autoridades, permitirá la aplicación de las nuevas normas del Estado que buscan llevar seguridad a las calles de Bolivia, en las cuales miles de ciudadanos realizan marchas reclamando una mayor atención al tema por parte del gobierno de Evo Morales.
La oleada de protestas por parte de las juntas vecinales de la ciudad de El Alto y de cerca de 10 mil campesinos en La Paz, en reclamo al Gobierno por acciones para garantizar la seguridad ciudadana, fueron ocasionadas por el reciente asesinato de dos periodistas, sumado a una serie de hechos violentos dirigidos especialmente a mujeres, niños y ancianos que la policía no ha podido contener.
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